Tengo 1263 amigos en Facebook, 490 seguidores en Twitter y 568 en Instagram. De una forma tan consciente que se ha vuelto inconsciente, me siento víctima de esta dependencia de vivir dentro de una pantalla de móvil. A pesar de que niego rotundamente mi dependencia. Pero la realidad es que subo fotos a cambio de popularidad, a cambio de que la gente sepa lo que estoy haciendo y que, en cierta manera, sientan envidia por lo que hago. Y ante esto me siento patética, triste y repugnante, pero da igual, porque sigo subiendo fotos donde salgo guapa, feliz y con éxito.
Pero, ¿qué hay detrás de una selfie?
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